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Atender en las clases y memorizar las lecciones gramaticales son dos pasos básicos para aprender cualquier lengua. Pero esto no es todo.
Estudiar un idioma en el extranjero implica sumergirte de lleno en sus medios naturales, en su propio ambiente, de manera fluida y relajada.
Probablemente, cuando asististe a las primeras lecciones no pusiste en práctica lo aprendido con nadie.
Este es uno de los grandes problemas a los que se tiene que enfrentar un estudiante de idiomas en España.
Como esta, son muchas las razones para preparar la maleta y viajar a estudiar en el extranjero:

Pondrás en práctica tus conocimientos a diario

Progresar con tus conocimientos solo se puede hacer practicando. Este proceso puede parecer tedioso, pero en realidad no es una acción pesada.
Todo a tu alrededor girará entorno a un mismo idioma. En poco tiempo y, con poco esfuerzo, sentirás los cambios y mejoras día a día.
Coger el transporte, salir a la compra, acudir a las clases o leer los carteles de un museo son algunas situaciones en las que pondrás en práctica tus competencias casi sin darte cuenta.

Magnífica excusa para viajar

Pocas oportunidades tendrás como esta para pasar un tiempo viviendo en el extranjero. Tus padres estarán contentos porque es una buena experiencia para ti y por otro lado, disfrutarás de todas las ventajas de vivir con independencia.
Un tiempo para madurar y hacer frente a otras responsabilidades. Estudiar un idioma en el extranjero demuestra que se puede crecer a nivel personal y profesional, mejorar en tu confianza y desarrollar nuevas habilidades lingüísticas.

Dos idiomas: El de los libros y el del día a día

Estudiar es una búsqueda sistemática del método adecuado, en el camino tendrás que memorizar palabras, gramática y sumergirte en el lenguaje de los libros.
Pero el idioma de verdad se encuentra en la calle, encontrar el tono o frases adecuadas es más fácil cuando tienes que usar el idioma en todo tipo de situaciones. Esta es una de las grandes ventajas de estudiar un idioma en el extranjero.

Nuevo idioma y nuevas amistades

En las aulas se encuentran estudiantes como tú y de muchas otras partes del continente. Otra ventaja son las actividades extra escolares que permiten acercarte a personas con las que compartirás intereses directos. En el caso de que te alojes con una familia te será todavía más fácil.
Esta experiencia te permite estudiar un idioma en el extranjero y volver con la maleta llena de amistades. Míralo como una ventaja, porque las amistades perduran en el tiempo, y en este caso, no solo ganas amigos, también es un método para mantenerte al día y practicar con ellos el idioma.
Aprender viajando

No lo niegues, la gastronomía te importa

Uno de los recuerdos destacados de cualquier viaje se encuentra, siempre, en algún rincón gastronómico.
La comida siempre despierta un interés especial en las personas.
La mejor manera de conocer la cultura culinaria de un país es viviendo en él.
Compartirás recetas y comerás en lugares que a primera vista son desconocidos. A priori parece una tontería, pero créenos, que una vez instalado, querrás probar todo los platos que se presenten ante tus ojos.

Aumenta el caché de tu CV

No es una cosa que digamos nosotros, estudiar en el extranjero certifica que has sido capaz de superar el aprendizaje de un idioma, y a su vez, demuestra una adaptación en un entorno cultural diferente.
Las empresas valoran especialmente la adaptación entre diferentes equipos de trabajo y los conocimientos verdaderos de un idioma y una cultura.
Cursos de Idiomas en el Extranjero: 18 - 25 años

Experiencia de vida

Lo último pero no menos importante: No subestimes el viaje. En el momento en que bajes del avión comenzará tu adaptación.
Tienes que hacer un gran esfuerzo, pero tendrás a tu lado todas las herramientas necesarias para hacer de este programa una experiencia de vida.
Tienes delante una ocasión para aprender un idioma en el extranjero, conocer amistades, vivir una nueva cultura, y ante todo, seguir creciendo como persona
¿A qué esperas?
Atender en las clases y memorizar las lecciones gramaticales son dos pasos básicos para aprender cualquier lengua. Pero esto no es todo.
Estudiar un idioma en el extranjero implica sumergirte de lleno en sus medios naturales, en su propio ambiente, de manera fluida y relajada.
Probablemente, cuando asististe a las primeras lecciones no pusiste en práctica lo aprendido con nadie.
Este es uno de los grandes problemas a los que se tiene que enfrentar un estudiante de idiomas en España.
Como esta, son muchas las razones para preparar la maleta y viajar a estudiar en el extranjero

Pondrás en práctica tus conocimientos a diario

Progresar con tus conocimientos solo se puede hacer practicando. Este proceso puede parecer tedioso, pero en realidad no es una acción pesada.
Todo a tu alrededor girará entorno a un mismo idioma. En poco tiempo y, con poco esfuerzo, sentirás los cambios y mejoras día a día.
Coger el transporte, salir a la compra, acudir a las clases o leer los carteles de un museo son algunas situaciones en las que pondrás en práctica tus competencias casi sin darte cuenta.
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